El Día de la Madre es una oportunidad perfecta para detenernos y celebrar juntos el amor más especial y puro. Esa mamá que mira con ternura a sus pequeños, los cuida cada día y que se merece sin duda detalles llenos de cariño, ¿verdad? Y es que en Ricitos de Oro creemos en la importancia de los pequeños gestos que fortalecen el vínculo familiar.
¿Y qué mejor forma de hacerlo que con una manualidad hecha con las manos (y el corazón)? Por eso, desde Ricitos de Oro, os traemos una idea creativa, fácil y llena de ternura: una tarjeta con forma de corazón que esconde a nuestro querido Osito Ro dentro. ¡Para derretirse! Una actividad perfecta para hacer con los peques de la casa, estimular su motricidad fina y reforzar el vínculo afectivo… ¡y sorprender a mamá!
Esenciales:
Opcionales
¡Y lo más importante!: mucho, mucho amor
1 – Dibuja y recorta la silueta de los corazones
Doblad una cartulina por la mitad y dibuja medio corazón a lo largo del pliegue. Recorta con cuidado para que al abrirlo, tengáis un corazón lo más simétrico posible. Este será el cuerpo de la tarjeta.
Ahora tenéis que repetir pero con un corazón más pequeño.
2 – Llega el momento del Osito Ro
En la cartulina marrón, trazamos la forma de la cara del Osito Ro: cabeza redonda y orejitas, un cuerpo con brazos abiertos, y recortamos la silueta.
3 – A montar la tarjeta
Con las siluetas de los dos corazones y del Osito Ro, ahora toca montar esta tarjeta llena de cariño e ilusión. El corazón grande y rojo será la base, sobre él hay que pegar el corazón amarillo más pequeño, y sobre este pequeño corazón pegamos al Osito Ro. Por último, la doblamos por la mitad, para que al abrirla, revele una sorpresa por dentro.
4 – Decoramos con detalles
Hay mil formas de personalizar esta tarjeta, podéis usar todo lo que tengáis por casa, desde purpurina, pegatinas, hacerle un lazo, pintar un marco alrededor, pegar pequeños pompones,… Sin duda, estos detalles darán un toque más alegre y colorido.
5 – Le dibujamos una carita feliz al Osito Ro
Con rotuladores o pinturas, damos vida al Osito Ro. ¿Qué os parecen unos ojos grandes y tiernos, su naricita y una bonita sonrisa? Si tenéis ojitos móviles, podéis pegarlos para hacerlo aún más simpático.
6 – Toca escribir o dibujar un mensaje lleno de amor
En el interior, llega el momento más especial. Según la edad del peque podéis hacer que escriba unas palabras que salgan del corazón, o si el peque todavía no escribe, puede hacer un dibujo que represente un momento feliz con mamá: un baño divertido con Ricitos de Oro, una tarde de juegos o un cuento bajo las sábanas. Y si es muy pequeñito como para pintar, podemos hacer la silueta de su mano y que papá u otra persona de la familia lo acompañe de un tierno mensajito para agradecer a mamá toda su dedicación.
7 – ¡Llega el gran día! Entregar la tarjeta con un gran abrazo
Una vez terminada, solo queda lo más bonito, entregársela a mamá junto con un abrazo fuerte, de esos que lo dicen todo sin palabras.
Y os apetece celebrarlo por todo lo alto, también podéis sorprender a mamá con un rico desayuno como estas tortitas del Osito Ro, un bizcocho de plátano o estas divertidas galletas. Si os apetece preparar más recetas sencillas y deliciosas, os animamos a visitar nuestro blog.
Esta manualidad no es solo un detalle para regalar, sino una oportunidad para crear recuerdos inolvidables en familia. Es el tiempo compartido, la complicidad, las risas al recortar, el orgullo al escribir… lo que hace que esta tarjeta tenga un valor incalculable.
Celebrar el Día de la Madre con algo hecho a mano es una forma de decir “te queremos” con el corazón.
¿Os animáis a hacerla? Si os ha gustado esta idea, compartid el resultado y no olvidéis mencionarnos: @ricitosdeoro_esp. También podéis reenviárselo a alguien que esté buscando inspiración para este día tan especial.
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