Agarrarte el dedito, sonreír, hacer muecas, emitir algún sonido, meterse todo lo que coge en la boca (tapas, pies, el puño, juguetes)… Los peques no dejan de curiosear con lo que les rodea y consigo mismos. ¡Solo hay que fijarse en la carita que se les queda después de oír los ruidos que pueden hacer ellos mismos: todo un poema del gran hallazgo que acaban de descubrir!
Todo es parte de su desarrollo y, si queremos, podemos potenciarlo aún más y acompañarles en este divertido camino, lleno de sorpresas.
No necesitas tener mil juguetes para que desarrolle diferentes capacidades cognitivas. Con un envase de nuestros gel-champú 2en1 de cualquiera de las dos gamas de Ricitos de Oro, te vale y, si no te lo crees, ¡te lo demostramos! 😉
A los peques les atraen colores vivos, como el amarillo de la gama de Manzanilla o el morado de la línea de Lavanda & Lechuga. En cuanto lo vea se quedará hipnotizado, ¡te lo aseguramos!. Aprovecha para moverlo a su alrededor (para los más meticulosos, a una distancia de 25-30 cm) y que gire su cabecita e intente agarrarlo.
¡Pero es que el tapón da para más! Agítalo para que desarrolle el oído, pásatelo de una mano a otra o dáselo para que lo coja y experimente (siempre bajo tu supervisión)
Manzanilla o lavanda, los olores naturales de nuestros productos son perfectos para estimular el olfato de nuestro bebé: ¡descubrirá notas de manzanilla, lavanda y mandarina, entre otros! Deja que se impregne en su cuerpito e inunde el baño. Además, gracias a su fórmula hipoalergénica, cuidamos también su piel, a la vez que estimulas su tacto y sistema inmunológico con cada caricia en las manitas, los piececitos… Puedes alargar un pelín más este momento tan dulce con las lociones corporales y un suave masaje.
Tampoco tenemos que volvernos locos ¡y a ellos menos! Con centrarnos en algunos de los cinco sentidos y en que intente alcanzar objetos y los agarre ¡es más que suficiente! Y con cinco minutos sirve para contribuir a su desarrollo cognitivo. La clave – en términos más técnicos – está en potenciar su desarrollo sensoriomotor: cuatro de los cinco sentidos y motricidad.
Pero, sobre todo, lo que queremos desde Ricitos de Oro es que os lo paséis bien en vuestro momento de otro: el baño. Que disfrutéis de ese instante mágico, de desconexión, que contribuye a fomentar el vínculo emocional con tu hijo a través de la diversión, el disfrute, las risas y por supuesto, del amor.