¿Sabías que la música puede ser una de las primeras formas de comunicación con tu bebé? Desde que están en la tripita de mamá, los bebés ya reaccionan a los sonidos y, una vez nacen, la música se convierte en una herramienta mágica para estimular su desarrollo. Además, ¿a quién no le gusta una buena sesión de baile improvisado en casa, verdad?
La estimulación musical no solo ayuda a potenciar su lenguaje, coordinación y creatividad, sino que también os ayudará a crear momentos únicos en familia. No hace falta que seáis expertos en música ni tener instrumentos profesionales, con un poco de ritmo y ganas de divertirse, cualquier objeto del día a día puede convertirse en una herramienta musical, como nuestro tapón sonajero dosificador del gel-champú 2en1 de Manzanilla y Lavanda & Lechuga.
Y como en Ricitos de Oro nos encanta la música, ya lo sabéis, hoy os queremos contar cómo aprovechar la música para estimular a tu bebé, fortalecer vuestro vínculo y, sobre todo, pasarlo en grande juntos. ¿Preparados para un concierto en casa? ¡Que empiece la función!
Existen muchas maneras de introducir la música en la rutina diaria de tu bebé, así que os invitamos a que deis rienda suelta a vuestra creatividad. Por si os sirve de inspiración, aquí os dejamos algunas ideas.
No hace falta ser un gran cantante para que tu bebé disfrute de tu voz. Cantarle canciones de cuna o tararear melodías le transmite seguridad y tranquilidad.
No necesitas instrumentos musicales para que tu hijo explore diferentes sonidos. Puedes utilizar objetos que encontréis en casa como pueden ser unas cucharas de madera, tarros de plástico o cajas para crear ritmos y explorar diferentes sonidos. ¡Viva la imaginación!
¿En casa os cuesta que haga algunas tareas o se complica alguna actividad diaria? La música os puede ayudar. Por las mañanas podéis empezar el momento de vestirse de forma entretenida y divertida, como esta canción. También os puede ayudar para recoger los juguetes (como esta canción de Pica-Pica), en la hora del baño, para lavarse los dientes o para el momento de irse a dormir. Con ello, crearás pequeñas rutinas musicales que harán que tu pequeñ@ asocie la música con diferentes momentos del día.
El baño es un momento perfecto para jugar y estimular los sentidos de tu bebé. ¿Te animas a aumentar la diversión? Con el tapón sonajero dosificador del gel-champú 2en1 de Ricitos de Oro de Manzanilla y Lavanda & Lechuga podéis experimentar con ritmos y sonidos de una forma divertida.
¿Cómo jugar? Utiliza el envase del gel-champú 2en1 de Ricitos de Oro como instrumento de percusión y juega con tu peque a marcar ritmos con una mano o con ambas. Cambiad la velocidad del ritmo y explorad sonidos diferentes. Improvisad, jugad y, sobre todo, ¡disfrutad!.
Deja volar la imaginación de tu hij@ con la música es una apuesta segura para disfrutar de momentos de oro en el baño. Además, con Ricitos de Oro, no solo vivirás momentos inolvidables, sino que también tendrás la confianza de cuidar su piel y su cabello con productos hipoalergénicos, con un aroma único y testados dermatológicamente. Además, el Osito Ro puede ser un gran partícipe en este juego, él sí que sabe como disfrutar y convertir el momento del baño en un concierto privado.
El movimiento es una forma de conectar con la música. Baila con tu hij@ en brazos o deja que mueva su cuerpo al ritmo de la música para mejorar su equilibrio y coordinación. ¿Ya lo habéis probado?
Este juego consiste en repetir sonidos para que el bebé los imite. Puedes hacer pequeños ritmos con la boca, dar palmadas o usar instrumentos sencillos.
Llena una caja con diferentes objetos que produzcan sonidos y deja que el niñ@ los explore. Puede ser un sonajero, una campanita o una botellita con arroz.
¿Cómo jugar? Deja que el peque saque un objeto sin mirar. Anímale a explorar su sonido y a crear un ritmo con él. Por último, puedes poner música de fondo para que experimente con los ritmos.
Asocia movimientos con canciones para que el niñ@ aprenda a coordinar sus acciones con la música. Canciones como Cinco lobitos o Palmas, palmitas son ideales para ello. Una vez esté sonando, pide al bebé que repita los movimientos contigo. Y, a medida que crezca, podéis inventar nuevos movimientos juntos.
Aprovecha los paseos para enseñar a tu hij@ a escuchar los sonidos del entorno. El canto de los pájaros, el viento en los árboles y el agua corriendo son grandes estímulos sonoros.
¿Cómo jugar? Cerrad los ojos y escuchad los sonidos de alrededor. Imitad los sonidos con la voz o con objetos y crea pequeñas melodías inspiradas en los sonidos de la naturaleza.
¿Y vosotros como utilizáis la música en vuestra casa? ¿Os animáis a poner en marcha alguna de estas ideas?
Fuentes: Mi bebé y yo y Escuela BLW
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¡Te animamos a que los descubras! Te encantarán sus fórmulas suaves e hipoalergénicas y te sorprenderá nuestro divertido tapón sonajero dosificador, único en el mercado, que hará de la hora del baño vuestro momento de oro del día.