¡Hoy celebramos por todo lo alto el Día Mundial de la Alegría, uno de los sentimientos que hacen sentirnos más vivos!
A lo largo de nuestra vida experimentamos una gran cantidad de sentimientos, pero sin duda el de la alegría es uno de los más especiales, ya que es una emoción básica y esencial en todos los seres humanos y que muchas veces, aunque queramos, no podemos esconderla, ¡¡siempre hay una sonrisa traviesa o una mirada cómplice que nos delata!!
De hecho… vamos a mirar hacia atrás. Desde Ricitos de Oro queremos que cierres los ojos y pienses en los tres momentos más alegres de tu vida. Y, ¡mínimo uno de ellos pertenece a la etapa de tu infancia! Ojalá volver a esos momentos donde la hora del baño era una fiesta, donde de repente tenías bigote y barba gracias a la espuma que hacías con los champús, donde jugabas con tu herman@ o con miembros de tu familia de tu familia a crear pelos imposibles y burbujas infinitas.
¡Pero ya que no podemos volver atrás, qué mejor manera de revivir esos momentos creándolos con los peques de la casa!
Por eso, te animamos a que prepares una bañera con agua templada y a continuación aplica sobre ella un poco de gel-champú 2en1 para que la espuma se vaya creando. Meteos en la bañera juntos y disfrutad mucho creando formas con la espuma mientras os bañáis y probáis juntos los productos de Ricitos de Oro. Seguro que os invade una gran alegría, risas a carcajadas y por supuesto, una conexión enorme a través del juego y la diversión. Pero es que además, en este emotivo baño, podrás sentir todos los beneficios de las gamas de Ricitos de Oro: el cuidado de la piel de tu bebé, gracias a su fórmula compuesta a base de manzanilla o lavanda; que están testadas dermatológicamente y que son hipoalergénicas, no contienen alcohol ni siliconas y tampoco produce picor en los ojos. Como broche final, te recomendamos que apliques la loción corporal, ¡ya que es el complemento ideal para usar después del baño, suaviza la piel y la cuida de una forma natural, dejando un aroma delicioso!
Y es que en los momentos más sencillos y cotidianos de nuestra vida también encontramos una felicidad y una alegría inmensa al compartirlo con los que más nos importan: nuestra familia.